Siempre hemos insistido en que no podemos saber cuán efectiva es una gestión si no nos regimos por indicadores seguidos con regularidad. Dentro de la sistematización de la cobranza los Días Calle constituyen un indicador financiero esencial ya que hace referencia al tiempo que trascurre entre el momento en que otorgamos un crédito a un cliente, y el tiempo de retorno de las cuentas por cobrar.
Los Dias Calle promedian la duración aproximada de la cobranza. Se obtiene dividiendo las Ventas del mes entre 30 días, aun cuando el mes a promediar sea de 31 días.
Como se cuentan a partir del crédito, cuando en una empresa se incrementan las ventas a crédito y se generan nuevas cuentas por cobrar, los Días Calle disminuyen, es decir, mejora el indicador. Si por el contrario disminuyen las ventas a crédito, el ritmo de cobranza de los créditos existentes baja y los Días Calle se incrementan, empeorando este indicador.
Para tener un parámetro de referencia, los días calle no deberían ser equivalentes al doble del plazo de crédito otorgado; es decir, si los Días de Crédito son 30, los Días Calle no deberían ser mayores a 60.
Como ocurre con todos los indicadores, con los Días Calle es conveniente llevar un control mensual, semanal e incluso diario que permitirá ver el progreso de la cobranza para determinar ritmos de pago, así como fechas de alta y baja recuperación, emprender acciones estratégicas para optimizar la gestión.
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