¿Por qué cada vez son más frecuentes las encuestas sobre satisfacción laboral? La respuesta es simple: Porque es evidente la existencia de una preocupación que obliga a tomar acciones gerenciales de alto impacto, en aras de garantizar la salud de la empresa. Estrés, aburrimiento, agotamiento o falta de propósito… Muchos trabajadores manifiestan inconformidad con el rumbo laboral de sus vidas, y esto ha encendido las alarmas que impulsan hacia la evolución organizacional.
No se trata de lo novedoso que pueda ser el concepto en sí, sino lo que implica en el contexto actual; aunque muchos puedan asociarla a las start-ups y modelos empresariales recientes, la evolución organizacional es una especie de protocolo de mejoramiento basado en los criterios de autogestión, totalidad y propósito, que se ofrecen a los empleados como garantía de crecimiento y satisfacción profesional.
Según el investigador empresarial Frederic Laloux, en su libro Reinventing Organizations, las instituciones y empresas atraviesan durante su crecimiento por etapas de organización ya definidas por la Historia y la Antropología: una fase inicial tribal, semejante a las manadas y rebaños del reino animal que posteriormente se organiza y evoluciona en ejército; luego un recrudecimiento de la jerarquía en una fase industrial, que finalmente se asienta en una fase familiar actual, donde el paternalismo del jefe choca con las voluntades independientes de los demás miembros del clan. Y henos aquí, un ahora caracterizado por trabajadores desvinculados, que se sienten limitados o sin perspectivas de crecimiento dentro de la empresa, como hijos sobreprotegidos por sus padres, que les imponen tareas, gustos y planes a futuro.
La evolución organizacional es un cambio de paradigma del que no puede escapar ninguna compañía que pretenda permanecer en el tiempo, pues implica el anhelo de un humanismo aplicado donde tienen su lugar valores como el empoderamiento, el liderazgo positivo, junto con la hiperconsciencia que tienen los trabajadores de que son tan importantes los deberes que tienen para con la empresa, como los que tienen para consigo mismos.
Más que a la estabilidad y conformidad, se apunta a la autodeterminación de los trabajadores, a su sentido de pertenencia y al trabajo hecho con convicción. Se aspira al compromiso de trabajar por logros que, siendo los de la empresa, también son los nuestros.
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