Pasa en todas las películas: El destino de la humanidad, de la aldea o del reino recae en un único personaje, el héroe. Trátese de un Hobbit o un Jedi, establecer un liderazgo desde el principio de la misión es fundamental para alcanzar el éxito… ¿Por qué tendría que ser diferente durante las primeras etapas de un negocio?
Es natural que cuando surge una empresa, su creación implique ideas, capitales y esfuerzos de varias personas. Podría pensarse entonces que, ya que se trata de una idea colectiva, los co-fundadores deberían compartir a partes iguales la dirección de la empresa; ninguno quiere ser el jefe del otro o restarle jerarquía, algo que puede ser perjudicial para una empresa, sea reciente o esté completamente constituida. Los co-fundadores, por tanto, no deberían convertirse en co-CEOS, pues ¿quién tendrá el mayor peso en la toma de decisiones cuando surja un desacuerdo?
Es más que probable que un grupo de co-CEOS deba tomarse un tiempo prolongado para ponerse de acuerdo al 100%; por otro lado, los empleados deberán esperar aprobación de varias instancias en lugar de una directa, lo que frenará un poco los procesos internos. Como se ve, la pérdida de tiempo será el factor clave a resolver en empresas donde los roles de mando no están bien delimitados.
Una definición de roles temprana es imprescindible en las primeras etapas de un negocio, cuando no hay tiempo que perder para el crecimiento. ¿Cómo definir el papel que tomará cada co-fundador cuando la empresa ya esté andando?
En principio, la propia voluntad cerrará las opciones, pues algunos naturalmente darán un paso hacia adelante y otros hacia atrás. Luego será importante hacer foco en la forma en cómo se van resolviendo los primeros negocios, ya que pueden resultar reveladores en cuanto a quién puede encargarse de qué rol. También debe prestarse atención sobre quién es percibido por los demás como la persona a cargo, quién despierta la confianza en los empleados para resolver los problemas que van surgiendo.
Los roles que eventualmente adoptan cada uno de los fundadores de una empresa deben coincidir con sus fortalezas, experiencias y deseos profesionales. La comunicación y visión estratégica, como en todos los buenos equipos de trabajo, son factores claves cuando se trabaja por el éxito colectivo.
Comentarios recientes